En el vídeo: reconstrucción en 3D del castillo de Dos Hermanas
Vista del Castillo desde su vertiente sur. Enfrente, a la izquierda se alza la peña hermana que alberga la cueva.
Ficha técnica:
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Situado a poco más de dos kilómetros del pueblo, accesible por una pista de tierra en buen estado, el viajero llega a un paraje en el que dos peñas hermanas, separadas apenas por unos cientos de metros, -entre las que discurre el arroyo Marlín- enmarcan uno de los rincones más antiguos, más bellos y más misteriosos de los Montes de Toledo. En la cima del que se orienta a Levante, el castillo templario de Dos Hermanas, observa desde lo alto con imponente y sólida factura a todo el que se acerca desde varias millas a la redonda.
Dos Hermanas, al igual que el castillo de Montalbán o el del Milagro, fueron el frente de combate durante dos siglos en la época de la reconquista. Lugar conocido por la calidad de la miel, los tejares y las caleras, instalaciones de las que aun pueden observarse restos muy ilustrativos.
En silencio, el viajero puede escuchar a las piedras, y revivir los días, los alientos y los pesares de aquellas gentes, y sus batallas al arma blanca, las flechas, las batallas como la que aconteció en el siglo XII entre la orden del Temple y la de Alcántara que tuvo lugar frente a los muros de la fortaleza, defendiendo el Temple las aspiraciones de los de Alcántara en el castillo.
En el año 1444, entrando la zona en consideración de pacificada por las autoridades de Toledo, se ordena el licenciamiento de la guarnición del castillo, lo que conlleva el despoblamiento de la aldea de Dos Hermanas, de cuya dispersión, sus gentes, fundarían las primeras casas de Navahermosa y ampliarian zonas pobladas de los alrededores.
De planta irregular, construido sobre una peña desde la que se domina la extensa Nava que se extiende al Noreste, sus muros de casi dos metros de grosor son levantados por enormes trozos de cuarcitas, fijados con argamasa y adobe. Por el lado de Levante,se puede acceder fácilmente a su entrada principal, cuya puerta de arco apuntado y doble estructura se abre directamente al sol naciente invitando a cruzar el umbral para pasar a una pequeña y empinada estancia en que dos gigantescas piedras, poderosas y vigilantes, dan la bienvenida al viajero con todo su carga de siglos de historia y de leyenda.
Pues es leyenda más que historia lo que se recuerda de los días en los que en el castillo se encendían los fuegos de las cocinas. Entre sus muros vivieron encerradas dos princesas moras que según cuentan se aparecen al viajero en mitad de la noche tomando forma de animal, y en la noche de San Juan, bajan las hermanas a lavar sus ropas al arroyo Marlín, cuyas aguas fluyen mágicas al recoger entre las dos peñas hermanas los mitos y la historia de todas las gentes que aqui hemos poblado.
Es leyenda no cabe duda. Porque uno, observando este castillo y el paraje que lo rodea, sabe que hay mucho más de lo que la Historia cuenta, y que es mayor lo que callan sus piedras que lo que proclaman las guías de viaje.
GEOLOCALIZACIÓN CASTILLO "DOS HERMANAS"
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